Tras el fin de la pandemia y la consecuente caída de la vacunación, la compañía, especializada en la tecnología de ARNm, ha iniciado su andadura en el mercado de la oncología.

En este sentido, ha puesto en marcha dos ensayos clínicos globales para probar una vacuna contra el cáncer de pulmón –uno de los más mortales en todo el mundo–, y ha hecho de España una de las principales sedes para llevarlos a cabo.

En el marco del primer estudio, que se encuentra en fase I –es decir, está midiendo que la inyección no sea peligrosa para el paciente–, BioNTech ha elegido a ocho centros españoles: el Hospital Germans Trias i Pujol (Badalona), el Vall d'Hebron (Barcelona), el MD Anderson Cancer Center, la Fundación Jiménez Díaz y el Centro Integral Oncológico Clara Campal (estos tres en Madrid). Otros centros son el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, el Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla) y el Hospital de La Fe de Valencia. La mayoría están aún en reclutamiento.

Su objetivo es comprobar la seguridad de esta vacuna, en combinación con inmunoterapia y quimioterapia, en personas con cáncer de pulmón avanzado o metastásico que ya han recibido varios tratamientos.

El otro ensayo, que ya se encuentra en fase II, cuenta con la participación de 11 hospitales españoles. Aquí el fin último es observar si su inyección, en combinación solo con inmunoterapia, es eficaz en pacientes con cáncer de pulmón que no han recibido tratamiento previo. Algunos de estos centros, tanto públicos como privados, son el Hospital General Universitario Gregorio Marañón y la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid; así como la Clínica Universidad de Navarra, en Pamplona, y el Hospital Universitario Virgen del Rocío, en Sevilla. Como ya se ha demostrado que la combinación es segura, actualmente se está midiendo su efectividad.

Resultados alentadores

"Este ensayo es todavía incipiente, pero los datos que hemos visto hasta ahora son alentadores. Debemos esperar a disponer de más información para poder hablar con más detalle del activo", detallan desde BioNTech a elEconomista.es.

No obstante, la compañía evita hablar de lo que han invertido en España para llevar a cabo estos estudios. "No podemos hablar de cantidades específicas por países, pero España desempeña un papel importante en el desarrollo de nuevos medicamentos oncológicos en Europa", señalan fuentes de la compañía. "El número de centros de ensayo que tenemos para estos activos en España habla por sí solo", añaden.

De hecho, en el primer ensayo, España es el segundo país con más centros activos, por delante de Estados Unidos (3), Alemania (4) y Reino Unido (6), aunque por detrás de Turquía (9).

El investigador principal del ensayo en fase I en España, Víctor Moreno, del Hospital Fundación Jiménez Díaz, aclara que, de momento, esta vacuna no evita la enfermedad. "La finalidad no es prevenir el cáncer. Es una forma de tratamiento que pretende generar una respuesta inmune en pacientes con este tumor para eliminarlo. Pero el mecanismo de acción sí es el de una vacuna", ha aseverado, para explicar que, a través de la inyección, se inserta una proteína que tiene la célula tumoral y se genera una respuesta inmunológica.

"Funciona como una vacuna para una infección. Son inyecciones que generan una respuesta y pueden eliminar un cáncer que ya tienes, pero el mecanismo acción es igual que la vacuna del Covid-19", ha dicho. Con todo, el investigador no descarta que la vacuna pueda tener un papel preventivo de las metástasis, pero, en cualquier caso, es un objetivo que aún visualiza "muy lejos".