Recibe diariamente las últimas novedades y cambios en el mundo de la contratación pública, la industria farmacéutica y la tecnología sanitaria.
NOTICIA DEL SECTOR SANITARIO
Es el primer anticuerpo biespecífico subcutáneo aprobado para su uso en monoterapia para pacientes adultos con linfoma B difuso de células grandes en recaída o refractario después de dos o más líneas de tratamiento sistémico.
22 Enero 2025 | Fuente original
AbbVie ha anunciado la disponibilidad en España de Tepkinly (epcoritamab), el primer anticuerpo biespecífico de administración subcutánea financiado para el tratamiento en monoterapia de pacientes adultos con linfoma B difuso de células grandes (LBDCG) en recaída o refractario después de dos o más líneas de tratamiento sistémico.
El LBDCG es el tipo más frecuente de linfoma no Hodgkin (LNH) de células B en población adulta. Se trata de un subtipo agresivo de linfoma y representa aproximadamente el 30% de todos los LNH, pudiendo alcanzarse mayores porcentajes en los países desarrollados. El LBDCG es más común en personas mayores con un pico de incidencia en la década de los 60 años, siendo la mediana de edad en el momento del diagnóstico de 68 años, y su incidencia es algo mayor en los hombres. La incidencia anual del LBDCG es de 50-60 casos por millón de habitante, lo que supone que se diagnostican alrededor de 3.000 nuevos casos cada año.
Con el tratamiento estándar del LBDCG se consigue una supervivencia global a largo plazo del 60-70% y la supervivencia relativa a 5 años es del 64%, pero puede variar según el país. Sin embargo, como explica el doctor Luis Nudelman, director Médico de AbbVie España “entre el 30% y el 40% de personas sufren recaídas o son refractarias al tratamientoiv y estos pacientes tienen un pronóstico muy desfavorable. De hecho, las recaídas suponen una de las mayores causas de mortalidad y morbilidad de esta enfermedad”.
Por este motivo, el doctor Raúl Córdoba, coordinador de la Unidad de Linfomas de la Fundación Jiménez Díaz y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), asegura que “para los profesionales sanitarios es una gran noticia poder contar con esta nueva alternativa para las personas que ya han recibido dos o más líneas de tratamiento sistémico”. Como explica el doctor, “son pacientes que se enfrentan a un pronóstico desfavorable y este medicamento ha demostrado una tasa de respuesta global del 62% y una tasa de respuesta completa del 39%, con una mediana de la duración de la respuesta de 17,3 meses. Esto nos permite ofrecer una nueva opción a los pacientes en recaída o que no pueden optar a otros tratamientos”.
El LBDCG se caracteriza por su agresividad, empeorando el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes a medida que progresa. Como explica la doctora Ana Moya, farmacéutica del Hospital General de Valencia, “un estudio que incluyó 441 pacientes de Estados Unidos y Europa (incluida España), demostró que los pacientes con LBDCG tienen peor calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), en comparación a otros cánceres. Además del detrimento en calidad de vida causado por la propia enfermedad, las recaídas aumentan los niveles de depresión y ansiedad de los pacientes”.
Además, hay otros factores que pueden afectar a la calidad de vida. Como indica la doctora Ana Moya, "los pacientes con LBDCG en tercera línea y posteriores, han sido previamente tratados con diferentes fármacos de administración intravenosa, que pueden comprometer sus vías de acceso venoso. Por este motivo, la existencia de opciones con vías de administración subcutánea adquiere una relevancia significativa en estos pacientes con un historial extenso de tratamientos intravenosos”.
Disponibilidad del fármaco
El fármaco se administra por vía subcutánea lo que, según la doctora Ana Moya, “permite una absorción más lenta y un pico más bajo de niveles plasmáticos de citoquinas, en comparación con la administración intravenosa, tal y como se ha visto en modelos pre-clínicos. Además, la administración por vía subcutánea puede suponer un beneficio desde el punto de vista asistencial, ya que se reduce el tiempo de administración, liberando la carga asistencial del hospital de día, y también reduciendo en cierto modo la estancia del paciente en el hospital”, explica.
Como explican los expertos, tras sufrir recaídas los pacientes a menudo pasan por varias líneas de tratamiento, lo que afecta negativamente a su estado físico y emocional. “Tras el tratamiento estándar, muchas personas no pueden optar a otras opciones por su edad o comorbilidades y, para ellos, existen pocas alternativas terapéuticas. Por este motivo, es muy importante para nosotros disponer nuevos fármacos que pueden ayudar a mejorar la esperanza y calidad de vida de estos pacientes”, asegura el doctor Córdoba.
Descubre cómo podemos ayudarte a alcanzar tus objetivos
en el mercado sanitario.