En la conferencia anual TD Cowen en Boston, el CEO de Pfizer, Albert Bourla, expresó que la compañía podría trasladar parte de su producción farmacéutica del extranjero a EE.UU. en respuesta a los aranceles propuestos por Donald Trump. El expresidente ha anunciado aumentos de tarifas de hasta un 25% en sectores clave, incluyendo la industria farmacéutica, aunque sin una fecha clara de implementación. Este posible cambio genera incertidumbre en el sector, ya que gran parte de los medicamentos genéricos e innovadores se fabrican fuera de EE.UU.

Pfizer, que mantiene una relación estrecha con Trump desde su participación en Operation Warp Speed en 2020, afirma estar preparada para mitigar el impacto trasladando producción a sus plantas en EE.UU. Eli Lilly, otra farmacéutica importante, ya ha anunciado una inversión de 27.000 millones de dólares en la construcción de cuatro nuevas plantas en EE.UU., lo que refleja la presión sobre la industria para relocalizar la producción y asegurar la estabilidad de la cadena de suministro.