La farmacéutica británica GSK ha cerrado febrero con una subida del 6,58% en bolsa, impulsada por su crecimiento en ventas, la recompra de acciones por 2.422 millones de euros, el aumento del dividendo y el refuerzo de su pipeline oncológico con la adquisición de IDRx. La compañía ha elevado sus previsiones de ingresos para 2031, lo que ha fortalecido la confianza de los inversores y consolidado su posición en el sector.

Además, GSK ha mantenido una evolución bursátil estable a lo largo del mes, con sesiones de recuperación tras pequeñas correcciones. Su cotización osciló entre 34,22 y 38,40 dólares, cerrando en su valor máximo del mes. Con estas perspectivas positivas, los analistas consideran que la farmacéutica podría mantener su tendencia alcista en marzo, afianzando su posición como uno de los valores más sólidos del sector biofarmacéutico.