18/07/2017 09:44:02
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Vía libre en EEUU para un tratamiento revolucionario contra la leucemia

La autoridad sanitaria tiene previsto aprobar el primer procedimiento comercial basado en una terapia génica. El objetivo es reprogramar las propias células inmunitarias del paciente para que combatan la enfermedad.

El grupo de expertos que asesora a la FDA, la agencia estadounidense que regula los alimentos y los medicamentos, ha recomendado por unanimidad la aprobación de un revolucionario tratamiento para la leucemia linfoblástica aguda de células B. En caso de que logre el visto bueno, que suele ser lo habitual en estos casos, se convertiría en el primer procedimiento comercial basado en una terapia génica o modificación genética del sistema inmunológico del paciente.

El objetivo es reprogramar las propias células inmunitarias del paciente para que combatan la enfermedad, es decir, convertirlas en una "medicina viviente", tal y como han explicado los científicos que han desarrollado el tratamiento.

La leucemia linfoblástica, o linfocítica, conocida en inglés con las siglas LLA, es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (un tipo de glóbulo blanco) que no son capaces de combatir las infecciones. La leucemia linfoblástica aguda supone aproximadamente el 25% de los diagnósticos de cáncer entre niños menores de 15 años en EEUU y es el cáncer infantil más común en el país.

Al margen de la efectividad real del fármaco, la aprobación del primer tratamiento comercial de terapia génica podría abrir el camino a otros productos que siguen la misma línea y están destinados a enfermedades muy diversas, entre ellas el tumor cerebral.

El tratamiento ahora respaldado por el grupo de expertos se llama CTL019 y ha sido desarrollado por un investigador de la Universidad de Pensilvania. La farmacéutica suiza Novartis lo ha patentado. "Estamos muy orgullosos de expandir nuevas fronteras en el tratamiento del cáncer mediante el avance de la terapia inmunocelular", ha comentado en un comunicado Bruno Strigini, director ejecutivo de Novartis Oncology.



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