La molécula permite tratar la mutación T790M, que presentan entre 1.000 y 1.500 pacientes españoles al año.
El cáncer de pulmón es un desafío no solo médico, sino también social. Es la principal causa de muerte por cáncer en hombres y la segunda en mujeres. El más frecuente es el no microcítico, que supone entre el 80 y el 85 por ciento de los casos y como es habitual en este tipo de enfermedades registra una amplia variabilidad según su genética y sus mutaciones.
Una de ellas es la que tiene mutación positiva del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) y que supone entre el 10 y el 15 por ciento de los casos. A pesar de que ya existen tratamientos contra este tumor en primera línea, tales como los inhibidores de la tirosina kinasa de primera y segunda generación, pasados diez meses el cáncer vuelve a progresar debido a la mutación de T790M, una alteración que surge por la resistencia del tumor a las terapias en el 50 por ciento de los casos y para la que no había abordaje… hasta ahora.
Osimertinib (Tagrisso), de AstraZeneca, es el primer y único fármaco (también inhibidor de la tirosina kinasa) aprobado que sirve para tratar esta mutación concreta. “Permite saltar esta barrera”, ha explicado Mariano Provencio, presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, que aparece, al menos, en entre 1.000 y 1.500 pacientes al año, “probablemente más”, añade.