Sanidad reconoce en las últimas estadísticas publicadas sobre dependencia que en la lista de espera hay 433.852 personas, un 37% del total de los que tienen derecho a una ayuda. Ello se debe a los dependientes leves, cuya incorporación estaba prevista el 1 de julio. Prácticamente la totalidad ha pasado a engrosar la lista de espera y eso deja una situación similar a la que se registraba en 2009, a pesar de las manifestaciones de los responsables gubernamentales, que insisten en que esta lista había bajado hasta un 15% del total de beneficiarios.
Sanidad reconoce en las últimas estadísticas publicadas sobre dependencia que en la lista de espera hay 433.852 personas, un 37% del total de los que tienen derecho a una ayuda. Ello se debe a los dependientes leves, cuya incorporación estaba prevista el 1 de julio. Prácticamente la totalidad ha pasado a engrosar la lista de espera y eso deja una situación similar a la que se registraba en 2009, a pesar de las manifestaciones de los responsables gubernamentales, que insisten en que esta lista había bajado hasta un 15% del total de beneficiarios.
Una de las primeras medias que tomó el Gobierno de Rajoy al llegar al poder fue aplazar el calendario de implantación de la Ley de Dependencia, de tal forma que los dependientes moderados, los leves, no fueran atendidos hasta el pasado mes de julio. En una situación de crisis y recortes el Gobierno argumentaba que era prioritario atender a los que más lo necesitaban, los graves y los severos. Pero ni a los unos ni a los otros. Los datos oficiales del Gobierno muestran, además, que hay 91.421 personas con dependencia grave o severa que están por atender. El resto son moderados.