El estudio COBALTA, realizado exclusivamente en España, mostró una reducción de HbA1c desde el inicio a la semana 26 de -1,6%, mejora que también se vio reflejada en los valores de glucemia plasmática en ayunas al final del estudio.
La presencia de diabetes en una persona hospitalizada supone un incremento del riesgo de mortalidad, morbilidad y costes asociados tanto durante la hospitalización como a lo largo del seguimiento posterior al alta.
En base a la evidencia cada vez más creciente sobre los beneficios de un buen control glucémico, las guías de práctica clínica recomiendan la insulina en pauta basal-bolo como tratamiento de elección durante la hospitalización debido a su eficacia y tolerabilidad. Además, refuerzan la hospitalización como una gran oportunidad para evaluar la situación metabólica de los pacientes con un control glucémico inadecuado y modificar e intensificar el tratamiento hipoglucemiante al alta.
Sin embargo, a pesar de estos beneficios, existe todavía cierta reticencia a la utilización de insulina en la práctica clínica diaria, probablemente por su complejidad y la preocupación por las hipoglucemias, que podría explicar la falta de un control estable en el hospital.