Las autoridades americanas y europeas dan el visto bueno a sendos biosimilares de Herceptin.
El negocio de este tratamiento se acerca a los 6.000 millones.
Estados Unidos y la Unión Europea han aprobado con escasos días de diferencia la autorización de venta de sendos biosimilares de Herceptin, un fármaco superventas contra el cáncer de mama de la compañía Roche. Se trata de dos versiones que entran a competir con el antitumoral biológico del laboratorio suizo a un precio menor, una vez que se ha caducado el periodo de patente.
Están en juego miles de millones de negocio, ya que este fármaco ha sido uno de los productos más revolucionarios en la lucha contra el cáncer en los últimos años. Se trata de un medicamento de los conocidos como biológicos (realizados por biotecnología frente a la síntesis química), de un coste mucho más elevado. Cuando estos fármacos pierden la patente, entran en el mercado los llamados biosimilares (igual que los genéricos se incorporan en el caso de los fármacos convencionales).