La nueva directora del Distrito Sanitario Granada apuesta por la prevención y la promoción de la salud para "no olvidar" gran parte de la función asistencial
Tradicionalmente se ha dicho que la Atención Primaria es la "puerta de entrada" al sistema sanitario. Una tesis vendida por políticos y utilizada para definir las estrategias de gestión. Pero los profesionales saben que es mucho más que eso, que tiene una labor más importante en el día a día del ciudadano y que no es sólo una 'puerta', sino un recibidor entero.
En el caso de Granada, la Atención Primaria es también clave para la marca 'Granada Salud'. No sólo los grandes investigadores, los grandes avances médicos o las últimas novedades hospitalarias. La Atención Primaria, la más cercana, es la base de todo. Y si no funciona, si no son fuertes esos cimientos, el sistema sanitario, la 'joya de la corona' andaluza, se tambalea.
María Aguilera es la nueva responsable de que todo siga con su engranaje perfecto y se abran cauces de mejora en el Distrito Sanitario Granada-Metropolitano. A ella eso de la puerta de entrada no le convence. "Es más que una puerta, es el centro del sistema sanitario". A final de enero fue nombrada directora gerente del distrito, un cargo al que accede con la ilusión de mejorar lo que hay sabiendo las necesidades que existen desde dentro. Porque es médico de familia que ha estado en su consulta, ha trabajado en Urgencias de hospital y de centro de salud y los últimos diez años se ha encargado de coordinar las Urgencias de todo el distrito, por lo que sabe lo que falta y lo que hay que reforzar. Y ese va a ser su empeño.
Aguilera reconoce que el sistema sanitario granadino está viviendo un "momento de cambio importante" con la convergencia de los dos hospitales, "una oportunidad de mejorar la equidad y la accesibilidad de todos los ciudadanos y que va a suponer una mejora importante". Pero esa mejora hay que aprovecharla también en Primaria, sobre todo para mejorar la "coordinación" entre los dos ámbitos -hospital-centro de salud- que, pese a las continuas mejoras y los avances médicos, no es todo lo fluida que pareciera para estar en pleno siglo XXI.
"El reto es establecer circuitos de comunicación fluidos" para que esa coordinación mejore y el trasvase Primaria-hospital sea fácil y también al contrario. De hecho, los propios profesionales "lo viven con preocupación" porque muchas veces no se puede dar respuesta todo lo ágil que se quisiera a los pacientes que necesitan pasar a atención especializada. Según Aguilera, "es factible" establecer mejoras de comunicación y, sobre todo, "criterios claros de derivación". "Hay que seguir trabajando en eso", incidió, porque los médicos de familia son los "gestores de salud de los pacientes" mientras están en sus domicilios, acuden al hospital o vuelven al centro de salud. Por lo que una respuesta integrada es el objetivo a conseguir.
Otro de los grandes retos sanitarios, según la directora del distrito, es dar respuesta desde Primaria a las "necesidades de la población" como puede ser el envejecimiento o la cronificación de enfermedades. "Hay que adaptarse a las necesidades", asegura Aguilera, que plasma como nuevos criterios asistenciales no sólo la "curación" del paciente sino también "la prevención, la promoción de la salud, las actividades saludables o el consejo dietético", entre otros. "Como olvidemos esto, olvidamos gran parte de nuestra función", sentencia. Y para eso apuesta por el trabajo en equipo y competencias complementarias para dar respuesta al paciente.
Aguilera es consciente de que para todo esto se necesitan medios y también sabe la situación de dificultad a la que han sido sometidos los profesionales en los últimos años. "Cuantos más medios tengamos, mejor. Tenemos que adaptar el sistema de trabajo a las necesidades de la población y a lo mejor lo que hay que hacer es revisar lo que se hace para dejar de hacer lo que no aporta nada", asegura. Ese es otro de los retos que se propone, perfilar las cargas de trabajo, los protocolos y la presión de los profesionales para que se haga y se dedique el tiempo a lo que afecta al ciudadano y mejora la atención. Para eso también habrá que dimensionar las plantillas sin perder de vista la situación actual.