Un estudio reciente sugiere que este fármaco antidiabético podría tener efectos neuroprotectores y reducir el riesgo de desarrollar alzhéimer
La semaglutida podría ofrecer un beneficio inesperado en la prevención del alzhéimer. Un estudio reciente publicado en Alzheimer’s & Dementia ha encontrado una asociación entre el uso de este medicamento y una reducción significativa del riesgo de ser diagnosticado con alzhéimer en personas con diabetes tipo 2, sugiriendo posibles efectos neuroprotectores.
La investigación, llevada a cabo en Estados Unidos, evaluó datos de salud de casi un millón de personas con diabetes tipo 2. Los pacientes no tenían diagnóstico previo de alzhéimer y se utilizó un diseño de ensayo clínico emulado. A través de un seguimiento de tres años, se observó que los pacientes que recibían semaglutida tenían entre un 40% y un 70% menos de riesgo de recibir un diagnóstico de alzhéimer en comparación con aquellos tratados con otras opciones antidiabéticas, como insulina y otros agonistas GLP-1.
No obstante, los mecanismos precisos detrás de esta asociación aún no están totalmente comprendidos, aunque se sospecha que la semaglutida podría contribuir a reducir factores que se consideran de riesgo para el alzhéimer. Entre ellos entrarían la inflamación crónica y el estrés oxidativo. Además, estudios preclínicos habían indicado que los agonistas del receptor GLP-1, como la semaglutida, podrían tener también efectos beneficiosos sobre la salud cerebral.
Medscape, haciéndose eco de estos hallazgos, explica que los especialistas consideran estos resultados un paso adelante, pues respaldan la hipótesis de que los GLP-1 podrían tener beneficios más allá del control de la glucosa. Además, rememora el ensayo clínico ELAD fase 2b, que muestra que los adultos con alzhéimer en etapa temprana que tomaban el agonista del receptor GLP-1 liraglutida mostraron una disminución más lenta en la memoria y el pensamiento, y experimentaron menos atrofia cerebral durante 12 meses en comparación con el grupo placebo.