Noticia del Sector Sanitario

La inmunización en adultos contra el virus respiratorio sincitial (VRS) está más cerca que nunca en España. Tanto que, en el marco de la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad, ya se ha revisado el documento que lleva diseñando meses un grupo de trabajo. La aplicación de sus conclusiones colocaría a España al nivel de países de nuestro entorno, como Reino Unido, Francia o Canadá, donde ya se contemplan estas coberturas.

Así lo han confirmado fuentes de toda solvencia consultadas por El GlobalFarma (EG), que indican que en esta reunión, que tuvo lugar la semana pasada, se discutieron las conclusiones del grupo de trabajo. Los expertos, en dicho texto, elevaron un planteamiento “ambicioso” tras analizar las vacunas existentes y autorizadas (GSK, Moderna y Pfizer) y las posibilidades de establecer las recomendaciones vacunales contra el VRS en España. “El documento es equiparable a lo que ya se hace en Francia, Reino Unido o Canadá”, añaden las citadas fuentes.

El detalle del documento, que algunos expertos del sector esperan que vea la luz antes de fin de año, se guarda con celo, pero ese enfoque “ambicioso”, junto con la idea de que las propuestas de la ponencia colocarían a España al nivel de países de nuestro entorno que han adoptado coberturas en adultos contra el VRS, como Reino Unido, Francia o Canadá, abren la puerta a la posibilidad de inmunizar a determinados grupos de adultos contra este virus, una de las tres infecciones respiratorias agudas (IRA) más frecuentes.

Actualmente, en España no hay un documento público con las pautas para la vacunación ante el VRS en adultos, si bien es cierto que el Ministerio ha incluido la vacunación de recién nacidos y lactantes de alto riesgo en el calendario de inmunización infantil y las autonomías llevan a cabo campañas en este sentido. Sin embargo, en países como Francia van un paso más allá y ya se recomienda la vacuna a mayores de 65 años y enfermos crónicos; en Reino Unido se ofrece a mayores de 75 y también a embarazadas; mientras que en Canadá se recomienda a mayores de 60 o 65 años -en virtud de la provincia- y a enfermos con patologías respiratorias crónicas.