El laboratorio farmacéutico Cinfa ha informado acerca de la vulnerabilidad de la piel de los bebés, la cual, al ser más fina que la de los adultos y no haber desarrollado completamente su función protectora, es más propensa a sufrir afecciones cutáneas y más vulnerable ante las agresiones medioambientales.
Según explicó la especialista del Departamento Científico de Cinfa, Maialen Elizari, sobre los bebés, “hasta los tres años, su barrera cutánea no ha terminado de desarrollarse, lo que la hace más vulnerable a las agresiones medioambientales, como el frío, el viento, el sol o los ambientes secos”. “Su función termorreguladora no funciona al 100%, pierde y absorbe agua con mayor rapidez, presenta una mayor reactividad vascular (se enrojece o palidece más fácilmente), y tiene una menor capacidad de sintetizar melanina. En general, es menos resistente y mucho más frágil y delicada”, añadió.
Por otro lado, las afecciones cutáneas cada vez son más frecuentes entre las niñas y niños españoles. Por ejemplo, los casos de dermatitis atópica se triplicaron en los últimos 30 años, afectando hoy en día al 20 por ciento de esta población, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).