Con una mediana de seguimiento de 1,5 años, los prometedores datos de la cohorte de expansión de 320 mg del estudio de fase 1/1b muestran la ausencia de progresión en pacientes con LLC sin tratamiento previo tratados con BGB-11417
La empresa farmacéutica BeiGene ha presentado avances clínicos significativos en la 66ª Reunión Anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), subrayando su compromiso en el tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC). La compañía también ha anunciado su intención de cambiar su nombre a BeOne Medicines, destacando su enfoque en innovación y colaboración global contra el cáncer.
Entre los datos destacados, la combinación de BRUKINSA (zanubrutinib) con su inhibidor de BCL2 en investigación, BGB-11417, mostró una tasa de respuesta global del 99% en pacientes con LLC en un seguimiento de 19,4 meses. “Estos resultados reflejan el potencial de ofrecer tratamientos más eficaces y seguros en la primera línea de terapia para LLC", explica Mehrdad Mobasher, director médico de Hematología de BeiGene.
El seguimiento a largo plazo del estudio de fase 3 SEQUOIA reafirmó la eficacia de BRUKINSA en pacientes no tratados previamente con LLC/SLL. Con un seguimiento de 61,2 meses, los datos revelaron una reducción del 71% en el riesgo de progresión o muerte, con una supervivencia libre de progresión del 75,8% a cinco años, en comparación con el 40,1% del tratamiento estándar bendamustina-rituximab (BR). “El seguimiento a largo plazo de SEQUOIA confirma la eficacia sostenida de zanubrutinib frente a la quimioterapia, con independencia del estado de IGHV, en pacientes con LLC no tratados", explica Mazyar Shadman, del Centro Oncológico Fred Hutch.
"En particular, se observa una profundización de las respuestas, con una tasa de remisión completa/remisión completa con recuperación medular incompleta del orden del 20%, que, según la comparación entre ensayos, es superior a la de un inhibidor típico de la BTK utilizado como monoterapia. Además, la incidencia de acontecimientos adversos de interés, como la fibrilación auricular y la hipertensión, parece comparable al riesgo de fondo de esta población de pacientes”.