23/11/2017 09:49:22
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Bayer y Loxo Oncology se unen en desarrollo de tratamientos oncológicos

Los fármacos LOXO-101 (larotrectinib) y LOXO-195 actúan sobre las proteínas de fusión de los receptores cinasa de la  tropomiosina (TRK), presentes en diversos tumores como consecuencia de alteraciones genéticas.

En Estados Unidos está previsto la copromoción de las dos moléculas por parte de Bayer y Loxo Oncology. En el resto del mundo, Bayer los comercializará en exclusiva.

La presentación del dossier de larotrectinib para su comercialización en Estados Unidos está prevista para finales de 2017 o principios de 2018.

Bayer ha  anunciado con la biofarmacéutica estadounidense Loxo Oncology, con sede en Stamford (Connecticut), una colaboración en exclusiva de ámbito mundial para desarrollar y comercializar los fármacos LOXO-101 (larotrectinib) y LOXO-195. Ambas moléculas están siendo objeto de estudios internacionales para el tratamiento de pacientes oncológicos con alteraciones del gen correspondiente a las cinasas receptoras de tropomiosina (TRK). Esta alteración del gen de las TRK, está presente en numerosos tumores como resultado de una señalización descontrolada tanto de TRK como del crecimiento del tumor.

"La colaboración con Loxo Oncology supone un nuevo hito en nuestro empeño por ampliar nuestra presencia en oncología, y subrayar nuestro compromiso en esa área terapéutica”, manifestó Dieter Weinand, miembro del Consejo de Dirección de Bayer AG y jefe de la división Pharmaceuticals. “El enfoque altamente innovador de Loxo Oncology complementa nuestro pipeline con moléculas extremadamente diferenciadas para modalidades terapéuticas muy diversas, cuyo objetivo es aportar beneficios significativos a pacientes con distintos tipos de cáncer”.

El larotrectinib es un inhibidor de las TRK de administración oral. LOXO-195 es un inhibidor de las TRK de nueva generación. La primera presentación del dossier del larotrectinib se espera para finales de 2017 o principios de 2018 en Estados Unidos y para 2018 en la Unión Europea.

"Creemos que tanto el larotrectinib como su fármaco sucesor  LOXO-195 albergan un gran potencial. El segundo de ellos podría proporcionar un beneficio adicional a los pacientes cuando la enfermedad progrese tras un primer tratamiento con inhibidores de las TRK. Ambos agentes  son ejemplo de medicina de precisión, donde el enfoque terapéutico no se guía por la localización inicial del tumor sino por las características genéticas del mismo", explica Robert LaCaze, vicepresidente ejecutivo de Bayer y jefe de la unidad de negocio estratégica de Oncología.



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