Varias asociaciones, federaciones y sociedades se han unido para avalar la campaña de AstraZeneca que pone el foco en la unión entre la EPOC y las patologías cardiovasculares. La iniciativa consiste en simular la unión del corazón y los pulmones a través del modelo holográfico de un órgano.
En el marco del Día Mundial de la EPOC (20 de noviembre) AstraZeneca lanza la campaña `Pulmones que laten´ para concienciar a la población general, profesionales sanitarios e instituciones sobre la conexión entre la EPOC y las enfermedades cardiovasculares. La iniciativa cuenta con el aval del Grupo de Respiratorio en Atención Primaria (GRAP) la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la Asociación Española de Pacientes del Corazón (Cardioalianza) y la Federación Española de Asociaciones de pacientes alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (Fenaer).
A través del modelo holográfico de un órgano que simula la unión de corazón y pulmones, `Pulmones que laten´ pone en valor la necesidad de abordar la EPOC con un enfoque cardiopulmonar, un término que pone de relieve la importancia de tratar las enfermedades cardiovasculares y pulmonares de forma conjunta, ya que están estrechamente relacionadas y comparten causas comunes. De hecho, hasta un tercio de los pacientes con EPOC mueren a causa de un evento cardiovascular, llegando hasta un 40% si existe un evento cardiovascular previo.
En este sentido, Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de AstraZeneca ha apuntado que "en AstraZeneca, estamos orgullosos de llevar a cabo la iniciativa "Pulmones que laten", a través de la cual ponemos en valor la necesidad de que se lleve a cabo un abordaje conjunto y multidisciplinar de la EPOC y las enfermedades cardiovasculares. La EPOC plantea un gran desafío sanitario, y su correcto control no solo ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino que contribuye a la eficiencia y sostenibilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud".
Los pacientes con EPOC mal controlada requieren de un mayor uso de recursos sanitarios, y sufren una mayor tasa de exacerbaciones y hospitalizaciones, lo que genera un mayor exceso de huella de carbono y supone un coste para el Sistema Nacional de Salud (SNS) de 3.000 millones de euros anuales, si se tienen en cuenta los costes directos e indirectos. Por lo tanto, optimizar el manejo de las enfermedades respiratorias no solo mejora los resultados clínicos, sino que también contribuye a la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario.