La Ley de Contratos del Sector Público ha traído ventajas, pero también inconvenientes: burocracia, altas cargas de trabajo y una falta de adaptación al sector sanitario.
La Ley de Contratos del Sector Público ha aportado avances importantes en materia sanitaria, aunque existen puntos de mejora para poder seguir afrontando los retos actuales y futuros en las mejores condiciones, según se ha puesto de manifiesto hoy en el I Foro de la Transparencia de la Contratación Pública Sanitaria, organizado en Madrid por el Laboratorio de la Contratación. los concursos públicos prioricen cada vez más la calidad y no solo el precio.
La subdirectora de Recursos Económicos del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, Ana del Prado, ha recordado que su hospital ha sido pionero en activar los procesos de subasta y licitación electrónica, incluso antes de la puesta en marcha de la nueva ley. Eso sí, ha apuntado que, en la actualidad, la transparencia exigida triplica en ocasiones el trabajo realizado en los equipos de administración. “Publicamos absolutamente todo y hay que subirlo a diferentes webs, con un esfuerzo titánico”.
En este sentido, el director general de Contratación, Patrimonio y Tesorería de la Comunidad de Madrid, Jesús Vidart, ha reconocido que “transparencia y eficiencia parecen ahora dos términos totalmente antagónicos, porque es mentira que hayamos quitado la burocracia administrativa”.
Pese a los avances, ha indicado que la nueva ley “no es la panacea” y ha declarado que “deberíamos trabajar en una ley especial y, quien la haga, no debería estar detrás de un ordenador, sino habiendo tenido la experiencia de vivir el día a día de un servicio hospitalario”.
Lejos de la realidad
Por su parte, Joseba Barroeta, gerente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, ha explicado que la nueva ley conlleva grandes oportunidades, como la compra innovadora, pero también grandes debilidades, como la falta de adaptación a la realidad sanitaria. A su juicio, la nueva ley “requiere de una planificación que no siempre es posible, puesto que cuando el producto es de hoy para mañana a veces no hay capacidad de respuesta. No siempre tenemos capacidad de planificar”.
Calidad, innovación y responsabilidad social empresarial son los tres principales puntos que enmarca la nueva ley, según Fernando Mugarza, director de Comunicación del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS): “El espíritu del texto legal debería ser el de impulsar y estimular la calidad, un factor fundamental”.
Por su parte, el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, ha aprovechado el turno de preguntas para afirmar que “no es lógico” estar hablando de una ley relativa a los contratos cuando no se tiene un presupuesto real de la Administración. “Si no empezamos por poner el marcador a cero, empezando a dotar con suficientes recursos al sector, todo lo demás es muy complicado”. Además, ha lamentado que todavía siguen publicándose muchos pliegos con criterios donde el precio es el principal marcador de la toma de decisiones.